jueves, 15 de abril de 2010

Los caballos

Un sonido avasallador como de piedras deslizándose cerro abajo se partió en dos, luego en dos, en dos, en dos.

Los caballos relincharon emocionados. ¡Nunca habían visto el mar! El ahora venía hacia ellos.

Vieron pájaros intentando volar, arrastrados sin rumbo, mal montados en ráfagas de viento que acompañaban a las saladas aguas.

Quisieron beber, abrieron sus fauces, respiraron hondo.

*

Minutos después, desde las altísimas praderas contemplaron con asombro como ellos, por el proceso mismo de la vida, estaban siendo tragados.

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