jueves, 15 de abril de 2010

Ultimo viaje

Salió temprano de su casa.

El autobús iba completísimo, el cielo amenazaba lluvia así que los pasajeros, estúpidamente, cerraron todas las ventanas. Tenía la sensación de que no respiraba.

Nadie hablaba, preocupados de afirmarse bien en cada frenada. Cerró los ojos.

Lo siguiente que vio fue a sus cuatro hijos: Elisa lloraba. Alberto paseaba con cara de “no entiendo”. Marisa rezaba. Y Carlos estaba muy molesto.

Como nadie le hablaba decidió dar un paseo.

Abrió la puerta de la reja, y cruzó la calle. Escuchó un bocinazo. Un enorme y amarillo autobús se le vino encima.

*

Entonces recordó que…

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